Cachorro de Triana- Domingo de Resurrección 2009
Foto: de mi buen amigo Manolo Leal
Al principio fue duro: la instrucción, las bromas alusivas a de dónde eras (¿de Linares? tierra de republicanos, mineros... y encima, os habéis cargado a Manolete)... sin embargo, aquello pasó rápido y en seguida fuiste consciente de que, a pesar de ser años duros, estabas en un lugar maravilloso.
Siempre me contabas que fue una época muy feliz de tu vida, y a pesar de ser una mili de dos años y pico, recordabas siempre con una sonrisa tu estancia en Sevilla... quizás, inconscientemente me transmitiste tu admiración por aquella ciudad que te cautivó.
Bien sabías que yo ya era cofrade y empecé a preguntarte si pasaste las dos Semanas Santas allí (Sí, claro, y además íbamos con un buen cicerone, que nos llevó a sitios buscando a las cofradías).
Daba igual que no recordaras algunas advocaciones... algo quedó en tus retinas y te alegraba contárselo a tu curioso nieto cofrade (¿El Señor, el Gran Poder? claro que sí, ya de amanecida, vuelto al pueblo y entrando en la Iglesia.
Abu, ¿sabes que entonces no tenía Basílica?
Claro, en mis tiempos entraba en la Iglesia de la Plaza...
San Lorenzo, Abu...
Eso y además había un azulejo precioso...
Aún sigue ahí, Abu y el Señor se "mudó" cerquita)
A pesar de las cosas del Cardenal Segura, al que siempre nombrabas (Nos encerró en la Catedral a toda la guarnición, éramos muy jóvenes, y claro algunos a lo suyo en mitad del templo, paró los ejercicios espirituales y a gritos: "¡A ver, hace falta un sargento dando palos en esa zona!) tu sonrisa recordando la escena era muy contagiosa... definitivamente, eran otros tiempos, pero tú terminaste disfrutando de la experiencia y nunca olvidaste Sevilla (Íbamos a misa cerca del cuartel, en un Hospital antiguo que era precioso y enfrente había una estatua en bronce de un señor con un mendigo a cuestas...
Ése es el monumento al fundador del hospital, Abu, D. Miguel Mañara, que era rico y tuvo una "iluminación" y se dedicó a socorrer a los pobres y facilitarles un entierro digno)
La ciudad del río más andaluz y su Puente (la Esperanza de Triana pasaba por el puente y en el río estaba un buque de la Armada, que venía de Cádiz e iluminaba con un foco el paso del Señor y la Virgen... era impresionante verlo en mitad de la Madrugá)
Pero si hubo algo que jamás olvidaste era haber visto al Cachorro como lo viste... siempre te sentiste fascinado por este Cristo, su leyenda y su fuerza (¿Conoces la leyenda del Cachorro, Curro?
Sí, Abu, dicen que el autor presenció la muerte de un gitano agonizante al que apodaban Cachorro y que entre sorprendido y fascinado, logró plasmar su agonía en un esbozo, traspasándolo a la talla del Cristo de la Expiración trianero...
Es que esta gente eran verdaderos artistas... ¿sabes una cosa? yo lo pude ver tumbado, en la iglesia...
¿Ah, sí? pues debió ser Domingo de Resurrección, Abu, que es cuando lo ponen en Besapié a los fieles...
Eran unos artistas: yo vi un hombre agonizante e incluso se le podía vislumbrar la campanilla)
Por eso, siempre tuve en mi corazón al Cachorro, independientemente de que con los años pude valorar su magnífica talla, la admiración era transmitida, no tengo ni la menor duda... cuando lo vi en su paso el Viernes Santo del año pasado, el tiempo se detuvo, no escuchaba nada... sólo éramos tú y yo, Cachorro, y comprendí su fascinación por Ti... ahí venías, andando poderoso, con tus brazos abiertos y tu expresión agonizante casi real... los brazos abiertos: los mismos con los que lo recibiste en tu seno y desde allí, vela por los suyos... me lo "dijiste", Cachorro, y nunca lo olvidaré.
Dedicado a mi abuelo, al que siempre recordaré, así pasen los años.
Feliz y buena Semana Santa a todos mis visitantes.